ondas de presión que llegarían a nuestros oídos impactando en nuestro martillo auditivo y forjando el destino de los ya tristes e inquietos estudiantes, el cual fue volar libres hacia sus hogares en busca de la paz espiritual, la harmonia con el universo y una promesa de "lo volveremos a intentar", pero esta era sincera no como estas mismas palabras usadas por los distintos escenarios de la vida, luego de utilizar la tecnología de la modernidad industrializada para plasmar imágenes en un formato llamado "digital", el cual nadie parece entender ni nadie parece asombrarse de que eso no sea un factor que limite nuestra maestría con el todo de la marciana maquina, nuestro no protagonista personaje logra atrapar la contemplativa tristeza de "el señor de los oscuro"
Matias, ademas de la indignada mueca de la maese
jazna, ambas grupos de luces disueltas en el espacio que procesadas por su cerebro generaban gracia infundada dentro de nuestro chungungo, una vez libres el deambulante alumno entra a la sala para apaciguar la ilógica de la procrastinacion, pero una vez dentro no conto con la mezcla de una pequeña mascarafobia combinada con la necesidad de dormir como una marmota en el mas frió de los inviernos, por lo cual abandono su noble proeza de observar y aprender para estar preparado en su próxima visita con los tranquilizantes brazos de sus mascaristas, pero esa es otra historia, una buena historia habría sido un combate entre los médicos y sus estetoscopios contra un grupo de revolucionarios terapeutas armados con sus prótesis en una intensa lucha por los derechos igualitarios entre los alumnos, pero supongo que para la próxima ocasión nuestro protagonista tendrá el valor para alentar a sus compatriotas de una mejor manera.
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| otro corazón roto en manos de la elección |
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| muchas veces la indignación y la tristeza andan juntas |
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