9 anillos forjados: forja de papel

dejando atrás la euforia del movimiento, el relajo estático del yeso, los aires puros del sonido y nuestra clasica bulla, nuestra clase dio un giro en 720 grados y nos llevo a la entrada de los rincones emocionales personales de cada uno, empezando por el primero de tres grupos divididos de nuestra totalidad, por las vueltas de la vida no me entere que pertenecía a este grupo en primera instancia, pero mis informantes llegaron demasiado tarde y cuando di a entender mi situación fui arrastrado al ultimo grupo por principios prácticos adyacentes a la logia secuencial, los dos grupos ajenos a la ruleta quedamos envestidos del rol del espectador, mientras que los elegidos se les encargaría realizar una figura material que representase a la personas que mas les importara en sus vidas o que haya marcado de una manera potente su manera de mirar el mundo, en primera agradecí que se pospusiera mi participación en esta actividad, ya que la respuesta a esa pregunta demanda entrar en rincones abandonados de mi interior, luego mire las decisivas caras de mis compañeros en su labor, mostrando la temible determinación o quizás la brecha que marcaba la comparación de sus emociones con las mías, muchos de ellos destacaron bastante, entre los objetos que abundan en mi recuerdo esta una espada, una pala, un ovillo con palitos de tejer, una corona, una cruz, un ramo de flores, buda, una mano y unos lentes, en contra procedencia con el la extension tengo como deber moral proteger la intimidad de mis compañeros y sus emociones y experiencias descritas en la actividad, pero recalco que a pesar de encontrar quizás voyerista, morboso o hasta pornográfico la naturaleza de la actividad, tuvo elementos de compenetración de intimidad, de conocimiento de nuestros compañeros, de sus quehaceres (inspirado por una marmota) y otras actividades que generaron un sentimiento de unidad, pienso que es uno de esos temas en que nadie tiene la razón, y prefiero quedarme con lo positivo de esta actividad, la dificultad de la sinceridad, enfrente de muchas otras personas, demuestra la valentía de las personas, cuando ya es bastante difícil hablar en publico de temas ajenos a nuestros pasados, presentes o karmas mas pesados, pero una vez mostrados a la luz las cadenas que entorpecen el avanzar de las personas se esfuman como si la verdad fuera un ácido corrosivo que purifica nuestros corazones, los diarios, estos papeles que contenían noticias de gran relevancia que fueron olvidadas por la velocidad de la sociedad moderna ahora encarnaron lo que fue un momento que se vivió en el presente, no tuvo ni pasado ni futuro, lo que hizo de esta actividad una realización de la existencia, un avance en la confianza como terapeutas al momento de expresar emociones y enfrentarse a las posibles amarguras, rabias o inmensas tristezas y alegrías que los pacientes traen dentro de si mismos, al final ser un terapeuta no significa ser ajeno al dolor, pero si poder por lo menos entender que es lo que se siente.

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